Libros y Guias

Gran colección de guias y libros en PDF y EPUB

Libros de Ernesto Ballesteros Arranz (4 libros)

58.- Arquitectura contemporánea

Libro 58.- Arquitectura contemporánea

No vamos a tener, a partir de 1920, arquitectos geniales que creen algo impensado, pero sí van a surgir muchos constructores con ganas de reformar lo antiguo y de introducir una nueva sensibilidad estética en la pálida y enfermiza arquitectura española. Como el número de obras y de autores se multiplica por momentos y en la mayoría de los casos falta perspectiva suficiente para valorar la obra de los más recientes, hemos decidido hacer una selección provisional, que en ningún momento pretende ser canónica.

12.- Pintura románica.

Libro 12.- Pintura románica.

Si hubiera que definir con una sola palabra la pintura románica, tendríamos que llamarla «antinaturalista». La pintura románica, igual que la bizantina, resulta poco naturalista comparada con la desarrollada desde el Renacimiento hasta el siglo XIX. Mas no debe achacarse todo a la torpeza técnica de sus autores. No se trata de torpeza técnica. Para comprender el fenómeno de la pintura románica debemos remontarnos un poco más atrás y recordar los rumbos que tomó la civilización europea y el arte cristiano desde el Bajo Imperio Romano.

41. El impresionismo

Libro 41. El impresionismo

A finales del XIX, el francés Monet con su cuadro “Soleil levant, Impresión” abre la puerta a un nuevo estilo que va a dominar Europa durante más de medio siglo. En esta primera exposición impresionista (1874) acompañan a Manet otros autores que van a dirigir este estilo, como Renoir o Degas. Esta nueva corriente pictórica pretende reproducir la apariencia meramente transitoria de los objetos destacada por la luz y los reflejos de los cuerpos en el mismo momento en que son contemplados. El estilo se extenderá luego por toda Europa con gran éxito y marcará una etapa incuestionable ...

49.- La escultura del siglo XIX

Libro 49.- La escultura del siglo XIX

El movimiento neoclásico común a toda Europa no iba a ser una excepción en la España del rey Carlos IV. Decae ahora el tema religioso en pro de las figuras alegóricas más acordes con los modelos clásicos adoptados, figuras alegóricas que ya habíamos visto cómo hacían su irrupción en nuestra escultura con la decoración de los jardines de La Granja en tiempos de Felipe V. Abundarán los sepulcros como testimonio de culto a la persona, así como el retrato, que alcanzará cimas insospechadas, favorecido por el ambiente de la época, que exige la perpetuación del personaje.