Enciclopedia médica de la salud

El amor, el amor, el amor... No hay nada más natural y más complicado. Los desengaños amorosos y los malentendidos en la cama responden a menudo a la simple ignorancia de nuestro propio funcionamiento o del funcionamiento del otro. Este libro pretende traducir el sentimiento de las mujeres y hacerlo llegar al corazón de los hombres, así como recoger el de los hombres y llevarlo al corazón de las mujeres. Se interesa por la sexualidad en todos sus aspectos (fisiológicos, relacionales, psicológicos), porque la mente influye en el cuerpo y a la inversa. .¿Cómo descubrir el placer...

En la vida, a veces se gana y a veces se pierde. Cuando nos toca perder, se vale sentir la tristeza y llorar, se vale sentir el enojo, se vale frustrarnos by vivir el duelo, pero a pesar de la pérdida, a pesar del dolor, a pesar del hueco que queda cuando perdemos algo que amamos, todos podemos decidir levantarnos, sacudirnos, transformarnos y seguir adelante o quedarnos estancados en alguna de las fases del duelo sin sentirnos vivos. Este libro está lleno de historias verdaderas de personas que enfrentaron los golpes de la vida, atravesaron el duelo y decidieron levantase, sacudirse y...

�Qu� son realmente la magia, los hechizos y los encantamientos? �Qu� diferencia hay entre magia blanca, negra y roja? �Para qu� sirven las ceremonias m�gicas? �Cu�les son las distintas pr�cticas antiguas y modernas, como el vud�, el chamanismo, las ceremonias del antiguo Egipto, etc.'

Nos enfrenta con las escondidas y difíciles puertas de la decisión, la elección y la fuerza de emprender ese camino hacia la Sanación. Convoca, llama, con diversos lenguajes poéticos, científicos, bíblicos, testimoniales a emprender un camino a partir del regalo de su experiencia y de la de otros a los que se acerca y hace entrar en su obra. La vida alumbra: “El deseo de Sanar”. Alumbrada, gestada, por su joven autora plenificada por el agradecimiento de su propio camino. Entreguémonos a sus páginas y probablemente al unísono con ella agradezcamos. Silvia Iacona